viernes, 11 de octubre de 2013

Los niños independentistas


Perdimos la batalla hace ya mucho tiempo, al principio de la democracia, cuando entregamos la educación a las comunidades autónomas. La educación pasó de ser competencia nacional a estar controlada por regiones, algunas de las cuales vieron la herramienta perfecta para crear nacionalistas. Algún día hablaremos de por qué la educación debe volver al Estado y sí, sería una educación centralista, no hay que tener miedo en decirlo. Será centralista pero perfectamente democrática como ya lo es es algunos países referencia como Francia.

Perdimos la batalla y eso unido a una estratégica campaña mediática ha creado en los colegios catalanes la extravagante situación en la que solo se puede ser independentista o facha. La imagen está basada en una historia real y más de uno podrá identificarla con no pocos escenarios, ya sean en el colegio o en la oficina. Cuando yo era pequeño me enseñaban valores comunes de convivencia, hoy a los niños se les enseña a odiar el pensamiento diferente y a llamar facha al que se sale de la línea oficial. Algo que un nacionalista nunca admitirá porque está del lado del "pueblo" y por tanto es más demócrata que nadie. Tan demócrata que te llamará facha por preguntarle por qué en 1713 Cataluña defendía al Archiduque Carlos. Te llamará fascista por preguntar por qué el Estatut es sagrado por ser votado por el pueblo y la Constitución es un papel aunque haya sido votada por el mismo pueblo.

Así está el nivel. Y la mitad de Cataluña se convierte automáticamente en facha por solo dudar.

lunes, 7 de octubre de 2013

UPyD, el garbanzo en el colchón



UPyD es el garbanzo en el colchón de la clase dirigente. Cuando UPyD hace varios años denunciaba los corrupción imperante en el sistema actual, todos lo partidos les acusaron de populistas. Hoy, todos se muestran muy preocupados por la corrupción.

Los partidos viejos solo saben unirse cuando ven peligrar sus privilegios y ponen a trabajar a su *entorno mediático* para trabajar en contra de los que hacen peligrar sus sillones. 

Cualquier partido nuevo, sin favores por devolver, sin propuestas interesadas y sin prejuicios ideológicos, debería tener todo el apoyo de una sociedad aplastada por unos políticos solo preocupados por pagarse sus mariscadas.

El sistema español debe abrir las ventanas y renovar sus instituciones desde abajo, algo que no están dispuestos a hacer ninguno de los partidos viejos.

A UPyD le daremos una oportunidad al menos y que nos demuestren si cumplen su palabra, algo que ya sabemos que son incapaces de hacer ninguno de los "grandes".