La transversalidad ha sido la base de todo el programa de UPyD desde el momento de su creación: que el partido se convirtiese en el punto de encuentro de diferentes posturas desde diferentes orígenes. Existe mucho más que nos une de lo que nos separa entre todos los españoles, aunque los partidos tradicionales se empeñen en encasillarnos, clasificarnos y etiquetarnos. Para ellos lo importante es polarizar a la sociedad española que nos derive a un bipartidismo exclusivo. Nos obligan permanentemente a estar a favor o en contra. IU y UPyD tienen mucho más en común de lo que piensa la gente, ambos suponen una esperanza para los que estamos hartos de PP y PSOE, y a ambos les perjudica el injusto sistema electoral. Que políticos tan diferentes entre sí como Rosa Díez y Cayo Lara tengan cosas en común es algo que nos debería devolver la fe en la política. Me recuerda a esa primera época de la Transición en la que políticos antagónicos se reunían y alcanzaban acuerdos por el bien de la democracia. A Cayo Lara le daremos un voto positivo por acceder a una cordial reunión con la diputada de UPyD, ahora sólo le queda recuperar para su partido ese protagonismo en la vida política que tenía en los años 90 con Julio Anguita.Las reuniones entre las diferentes fuerzas democráticas suponen un enriquecimiento recíproco que nos beneficia a los ciudadanos. IU tiene mucho que aprender de UPyD, y UPyD tiene mucho que aprender de IU. A más de uno le incomodará la afirmación, pero desde esa moderación podría empezar a regenerarse la política.
Rosso
Imagen de Público.es
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