
La formación de un partido político fuerte y sólido es una carrera de fondo llena de éxitos y pequeños fracasos y ahora hemos vivido el amargo sabor de la derrota con las elecciones en Cataluña. Justo un día después hemos vivido una metáfora similar con el partido Barça-Madrid. El Real Madrid con un buen entrenador, buen juego, buenos jugadores y un sistema de juego definido... recibió un baño. Derrota contundente, sin excusas. Solo queda levantarse y seguir. Como dijo Churchill: "El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo."
La red se ha llenado de mensajes de apoyo para UPyD al igual que los medios olvidadizos "de repente" se han acordado de UPyD, al igual que algunos han disfrutado como cochinos en el barro con los resultados en Cataluña. Los que se alegran con las desgracias ajenas o son necios, o son aficionados al fútbol. UPyD no era el Real Madrid, ni en presupuesto ni en filosofía pero ambos se quedaron con la misma cara al día siguiente. A uno le quedan muchas Champions que ganar, y al otro muchas cosas que cambiar. El niño del que siempre nos hablaba Rosa ha tenido su primer costipado. Solo queda... levantarse y seguir.
Y no, no hemos perdido el entusiasmo.